Uno de los principios en los que se asienta el actual sistema bancario es el de la confianza. Confianza en que si vamos a sacar dinero al banco, el banco nos lo dará. Sin embargo, al mismo tiempo todos somos conscientes de que si fuera todo el mundo de golpe a un banco a pedir que nos den nuestros ahorros, el banco no va a poder devolvérnoslos.
¿Cómo se explica esto y qué efectos tiene en la economía? La respuesta la encontramos en el denominado encaje bancario, o coeficiente de caja, y el efecto multiplicador del dinero.
Cuando nosotros depositamos dinero en un banco, el banco está obligado a conservar en sus arcas sólo una parte del mismo, mientras que, con el resto, puede utilizarlo para otras operaciones. El porcentaje de dinero que el banco necesariamente ha de tener en su caja es el denominado coeficiente de caja o encaje bancario. En la zona Euro ese porcentaje lo fija el Banco Central Europeo y en estos momentos es del 2 por cien.
A esto se une que, por medidas de seguridad, en las sucursales bancarias se intenta no tener grandes cantidades de dinero. De hecho, para hacer retiradas de efectivo de importe elevado, de unos 4.000 a 6.000 euros, se deberían pedir con antelación para que la sucursal prepare el dinero.
A pesar de esto, como decía al principio, confiamos en que si queremos nuestro dinero, lo tendremos. Para respaldar al sistema bancario y justificar esa confianza se crea el Fondo de Garantía de Depósitos, un Fondo donde todos los bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito deben aportar, aproximadamente, una media del 0,6 por mil de todos los depósitos realizados. Este Fondo nos garantiza que si la entidad bancaria no puede pagar, por ejemplo por encontrarse en quiebra, será el Fondo el que nos devuelva nuestros depósitos con un límite de 100.000 euros por depositante y entidad de crédito. Por tanto, si una persona tiene 2 depósitos de 100.000 euros, cada uno, en un banco que quiebra sólo le devolverán 100.000 euros. Si una persona tiene un depósito de 100.000 euros en un banco y otro depósito de 100.000 euros en otro banco y quiebran los dos bancos le devolverán los 200.000 euros.
Hemos visto que el encaje bancario obliga al banco a tener un 2 por ciento de lo que ingresemos en sus cajas, pero ¿qué pasa con el otro 98 por ciento? El banco puede disponer de ese dinero a su antojo, aunque lo normal será que vuelva a prestarlo a otra persona produciéndose así el denominado efecto multiplicador del dinero.
Vamos a partir de las siguientes premisas:
Vamos a suponer que no hay dinero en el mercado, y que de repente el Banco Central Europeo decide introducir un millón de euros que entrega a una sociedad. La sociedad que recibe el millón de euros lo gasta adquiriendo una finca de ese precio.
El vendedor de la finca ingresa el millón de euros en el mercado. El banco esta obligado a conservar el 2 por ciento, pero puede prestar 980.000 euros y los presta. El perceptor del préstamo compra una nave industrial de 980.000 euros.
El vendedor de la nave ingresa los 980.000 euros en un banco. El banco se queda el 2 por ciento y presta el 98 por ciento restante (960.400 euros) a un minorista de automóviles. Con los 960.400 euros el minorista compra coches a una fábrica.
La fábrica ingresa los 960.400 euros en un banco. El banco se queda el 2 por ciento y presta el resto (941.192 euros). Así podemos continuar una y otra vez. Podemos hacer una tabla de las primeras cinco operaciones:
En el mercado ya no hay sólo un millón de euros del que es propietario la primera sociedad, sino que también hay 980.000 euros que tiene el vendedor de la nave industrial en el banco y los 960.400 euros que tiene que tiene la fábrica de coches... Al dinero creado de esta forma se le llama dinero bancario.
El dinero se ha multiplicado y éste es lo que se conoce como el efecto multiplicador del dinero y viene determinado por la siguiente formula:
Multiplicador del dinero bancario: 1/coeficiente de caja
En estos momentos en la zona euro el efecto multiplicador del dinero será:
Multiplicador del dinero bancario en la zona euro: 1/0,02 = 50.
Esto quiere decir que si el Banco Central emite 1 millón de euros, realmente en el mercado se crean, al final del proceso, 50 millones de euros.
Por eso, en determinados ámbitos, se acusa al sistema bancario de ser una estafa piramidal, ya que, realmente se está financiando con dinero que no se tiene y que se tendría que devolver a otro en un momento dado. ¿En que se diferencia de estas estafas?Básicamente en que está regulada. Existe un estricto control por parte de las autoridades en cuanto a los riesgos que pueden asumir, la diversificación de activos, se crea el Fondo de Garantía de Depósitos para hacer frente a los impagos... Pero, en última instancia, se basa en la confianza y en que es un mal necesario para poder operar con normalidad, hoy en día, es inviable volver a un sistema en el que todos tengamos nuestro dinero en casa y en el que no existan bancos, sería volver a la Edad Media.
Fuente:http://mejorarelsistema.blogspot.com
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